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Entrevista al Licenciado Cristian Garay Sánchez

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Entrevista al Licenciado Cristian Garay Sánchez

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Escrito por Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas de AIEDI

Créditos de la foto: Inabif de La República


Contenido de la entrevista.

Luego de más de 100 días de cuarentena, es importante señalar que hay muchas instituciones especializadas en apoyo a las personas con discapacidad que se han visto afectadas, entre ellas, los CAR o Centros de Atención Residencial de jóvenes y adultos con discapacidad intelectual en situación de abandono y riesgo social. Es por ésta razón que el equipo de Comunicaciones y Relaciones Públicas de AIEDI entrevistó a Cristian Garay Sánchez, director del CAR Niño Jesús de Praga acerca del funcionamiento de la institución y cómo se han modificado las actividades tras el inicio de la pandemia.

  • ¿Podría presentarse brevemente?

Mi nombre es Cristian Alfonso Garay Sánchez. Soy licenciado en Trabajo Social de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Estudié Trabajo Social. Actualmente soy director del CAR Niño Jesús de Praga del programa social INABIF, entiéndase CAR como Centro de Atención Residencial de jóvenes y adultos con discapacidad en situación de abandono y riesgo social.

  • Describa los objetivos y funciones que tiene el CAR “Jesús de Praga” del INABIF.

El CAR tiene como visión brindar una atención integral hacia los residentes que están albergados en nuestros hogares, los llamamos residentes porque residen y viven ahí. Nuestra visión es brindarles una atención integral a nivel psicológico y social dependiendo de su discapacidad, fomentando su autonomía y atendiendo todas las necesidades del residente.

  • ¿A través de qué acciones el CAR logra satisfacer los derechos de una persona con discapacidad relacionados a la familia, la salud, y su seguridad?

El albergue tiene un organigrama donde desde la cabeza se distribuyen distintas áreas que trabajan como un equipo multidisciplinario, compuesto primeramente por el área de salud, el cual lo conforma la doctora, la enfermera y técnicos de enfermería. En el área social se encuentra la Trabajadora Social, en el área psicológica está la psicóloga del albergue. También tenemos una área de terapia física y hasta el año pasado teníamos una terapeuta ocupacional. Todo el personal trabaja en conjunto con los tutores (que viene a ser como unos padres simbólicos) atendiendo de forma integral a los residentes, en lo que respecta a la calidad de vida. 

  • ¿Cómo es la educación brindada a los adolescentes del centro residencial?

En el aspecto educativo intervienen los psicólogos, los tutores, el trabajador social y los terapeutas ocupacionales, donde evalúan las habilidades de cada residente y proponen a la trabajadora social qué centro o institución se adecua a las necesidades educativas. Tenemos un perfil variado de discapacidad en los residentes como discapacidad intelectual leve, moderado, severo y grave. Esto condiciona el tipo de educación a los que ellos pueden acceder. En un inicio había un tipo de residentes que estaba estudiando en el CEBE (Centro Educativo Básico Especial) que se ubica en la zona de Zapallal, en el distrito de Puente Piedra, pero por temas de edad fueron promovidos a un CETPRO (Centros de Educación Técnica Productiva) donde asistían a talleres de  panadería, corte y confección entre otras actividades. Estos son los casos para los chicos que tienen un diagnóstico de discapacidad intelectual leve o moderado. En el caso de los chicos que tienen una discapacidad intelectual severa, o en algunos casos, profunda, en el albergue los tutores brindan soporte técnico a través de psicología y terapia ocupacional para reforzar sus habilidades básicas que es lo primordial para que ellos puedan poco a poco ir superando algunas limitaciones que ellos mismos puedan tener. Entonces comienzan con talleres de habilidades básicas como el cepillado, el cambiado de ropa y algunas actividades dentro de la casa, del mismo albergue. También reforzamos estas labores con actividades de psicomotricidad fina y gruesa y aprestamiento básico, todo adecuado al perfil del residente. Además los residentes están inscritos en el SIS, donde asisten a sus citas con profesionales adecuados a sus necesidades. 

  • ¿Cuál es la situación actual de los residentes del CAR en relación a la coyuntura que afronta el país por el COVID? 

Esta pandemia ha condicionado la asistencia de los residentes a su centro de estudios como el CETPRO y OMAPED (Oficina Municipal de Atención a la persona con Discapacidad) así que se ha estado buscando el compensar el aprendizaje de los talleres. Cuando ellos asistían iban acompañados de su tutor a las clases de estos centros, quienes se encargaban de hacerles seguimientos y apoyándolos en su aprendizaje. Si bien es cierto, las clases online por el tema de discapacidad no es lo más adecuado para las necesidades de los chicos, se han buscado alternativas como en los talleres de panadería o pastelería donde ellos participan, en donde se ha coordinado con la indicación profesora preparar el producto. Sin embargo la pandemia nos ha limitado el acceso a los centros de aprendizaje donde ellos estudiaban, el tema de discapacidad condiciona el tema del aprendizaje, donde es más efectivo si el residente está en una modalidad presencial, porque virtualmente lo limita, entonces el personal de psicología durante la cuarentena ha buscado equilibrar estas falencias de las clases virtuales por el CETPRO, equilibrando  con talleres dentro del hogar como reforzamiento en talleres de valores y reforzando el aprestamiento a un nivel más avanzado, sensibilizándolos porque los chicos que asisten al CETPRO y al OMAPED tienen un grado de comprensión de la situación de que ahora no se puede ir a estudiar por ahora y que es algo momentáneo y que después van a volver a estudiar. Felizmente con el soporte de las psicólogas, el trabajador social y los educadores se ha logrado que ellos sobrellevan de la mejor manera esta situación que limita la asistencia de sus clases.

  • ¿Qué medidas deben adoptarse para proteger a adolescentes con discapacidad intelectual del contagio por coronavirus?.

Los chicos con discapacidad intelectual pertenecen al grupo de riesgo, entonces antes de la cuarentena el CAR empezó a manejar una dinámica implementando un protocolo de protección como lavaderos en la entrada del albergue, pidiendo a los trabajadores que cuando ingresen se laven, que vengan con mascarillas y cambiándose de ropa en los vestidores antes de trabajar con los chicos. Cuando la cuarentena se oficializó, los aproximadamente 83 trabajadores fueron reducidos a la mitad para formar dos grupos de trabajo: la mitad de trabajadores ingresaban al albergue por el modo de cuarentena sin salir por un mes y después ingresaba la otra mitad del equipo de trabajo. Como requisito principal los trabajadores iban a la sede principal del INABIF a pasar sus pruebas de descarte y una vez que se verifica que todos los trabajadores tengan un diagnóstico negativo se les traslada al albergue para el relevo adentro, de esa forma se evita el contagio entre trabajadores y residentes y de cierta manera esa dinámica de trabajo a la fecha ha funcionado y podemos decir que no se ha dado ningún caso de contagio de residentes dentro del albergue. Entonces estamos en un protocolo de cuarentena mensual en donde entra la mitad de trabajadores en sus respectivos servicios haciendo sus labores en el albergue. Acabado el mes viene el otro grupo previo descarte del covid, releva al personal y así protegemos a los residentes. 

  • ¿Cómo afronta un residente con discapacidad el aislamiento social?

Al inicio, los chicos preguntaban por qué no podían salir a sus actividades habituales por el distrito como paseos y caminatas, pero gracias al trabajo de todo el equipo técnico, se supo explicar la situación, los sensibilizaron y comprendieron. Muy aparte el albergue tiene televisores dónde ven las noticias y programas acompañados de educadores y psicólogos que están ahí para explicarles la situación y ellos han comprendido la realidad y lo han entendido bien y no se ha dado una situación de fastidio. 

El albergue aparte en sus instalaciones permiten que ellos puedan salir en nuestros espacios de libre juego donde ellos puedan practicar deporte dentro del albergue y distraerse, entonces los ha ayudado a sobrellevar la situación. Otro comportamiento que ha cambiado en los residentes y que ha sido positivo es la empatía de ellos con el personal de trabajo, porque al estar trabajando un mes de modo de cuarentena en el albergue ha habido más convivencia. Entonces eso ha fortalecido los lazos entre residentes y trabajadores y de esa forma se han sensibilizado y compenetrado más con los trabajadores y ha mejorado su conducta.

  • ¿A través de qué acciones logra respetarse la voluntad y autonomía en las decisiones de un adolescente con discapacidad dentro de un albergue?

Es una visión que nosotros hemos ido cambiando como albergue, de pasar de una visión sobreprotectora a una visión donde ellos pueden expresar su libre voluntad. La capacidad jurídica se adapta al perfil del residente puesto que un residente con discapacidad intelectual severa no puede manifestar su voluntad de autodeterminación en algunas circunstancias de su vida diaria dentro del albergue. Un residente con diagnóstico leve o moderado puede expresar que es lo que desea al vestirse, qué ropa cambiarse, si desea almorzar más tarde o proponer un lugar donde puedan ir a pasear, se ponen las propuestas y ellos eligen. En este año a los chicos se les ha preguntado en que CETPRO les gustaría estudiar conociendo lo que han aprendido anteriormente ¿Te gustaría trabajar en panadería? o trabajos en cuero o corte y confección, entonces ellos mismos han decidido en cuáles de los talleres desean participar.  Al momento de hacer deporte algunos no desean y no se les obliga. En nuestro albergue cada chico tiene su cama y su armario de ropa. Cada mañana nuestros chicos eligen la ropa que se van a poner y la combinan de acuerdo a su criterio. A veces te preguntan qué tal le queda un polo, te quedas bien o te quedas mal pero prácticamente el mismo residente decide. Entonces yo creo que son pequeños pasos los que estamos dando de acuerdo a su capacidad jurídica. Un caso especial son las elecciones. En días de elecciones se les dijo a los chicos que iban a votar y un buen grupo decidió ir a votar. Hubo una capacitación en el albergue con el personal del jurado nacional de elecciones que los capacitó y les dio los conocimientos básicos sobre cómo debían votar, se les trasladó a los locales y al final ejercieron su libre voluntad de elegir por quién votar. Entonces yo creo que son pequeños grandes pasos los que se están dando en cada CAR para que ellos ejercen su capacidad jurídica pero observando la realidad de cada albergue por que cada albergue tiene perfiles distintos así que siempre es bueno adaptarlo a la realidad de cada uno .

  • ¿Cuáles son las condiciones en las que un adolescente con discapacidad pueda egresar del CAR?

Los residentes que ingresan al albergue son personas que estuvieron en situación de abandono o riesgo social como estar en la calle o ser víctima de maltrato físico, psicológico o sexual o que nunca tuvieron un familiar, entonces los casos de egreso se dan con un familiar que previamente se ha ido trabajando en el fortalecimiento del vínculo familiar, visitas domiciliarias a la familia y verificar que reúnan las condiciones para brindar una atención adecuada al residente y continúen con la atención que se les brinda en el albergue. 

El requisito principal es que tenga un familiar directo o indirecto que pueda hacerse cargo y que este familiar reúna las condiciones de darle la atención integral que el residente necesite. En el albergue, el perfil del residente es de mayor de 18 años, no tenemos menores de edad. Ahora para que un chico sea externado pero funcionalmente osea que se va a poder sustentar de forma independiente, es un trabajo de largo aliento porque son chicos que vienen de una institucionalización, desde muy pequeños han estado acostumbrado a estar en un albergue y han adoptado costumbres de dependencia, entonces para que se independicen implica que se les de un soporte para que el chico pueda valerse por si solo. Cuando un chico es egresado con su familia el periodo de seguimiento es de seis meses, el seguimiento lo hace el equipo técnico que está compuesto por la trabajadora social, psicología y terapia ocupacional y dependiendo de la discapacidad terapia física, esto incluye visitas domiciliarias a la familia, llamadas telefónicas y videollamadas.

En el caso de nuestro albergue todavía no se ha dado esas circunstancias de egresar para que hagan una vida independiente pero si hemos promovido residentes que han estado trabajando. Teníamos el caso de dos residentes que trabajaban en la tienda Marathon en el centro comercial Mega Plaza, los chicos han estado trabajando ahí, nosotros los trasladamos en su ingreso y salida. Han estado en esa dinámica un buen tiempo pero fueron promovidos a otro albergue que estaba reuniendo a todos los residentes que trabajaban, y así poder desarrollar con ellos una visión más independiente.

  • ¿Qué recomendaciones puede ofrecer a las familias que tienen un familiar con discapacidad intelectual?

Siempre es bueno recurrir a especialistas porque el abandono de chicos con discapacidad se da por un tema de desconocimiento de lo que puede tener tu familiar con discapacidad. Muchas veces los abandonos o las negligencias con la atención por parte de sus familias es por la ignorancia sobre cómo tratarlos. Lo que yo recomendaría a las familias con chicos con discapacidad es que recurran a los especialistas como terapeutas físicos, ocupacionales, psicólogos y en algunos casos psiquiatras porque en algunos casos la discapacidad viene asociada a rasgos psiquiátricos es por eso que es un trabajo multidisciplinario. Además es muy importante tener paciencia y empatía con ellos.

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