
Privación lingüística: el caso de la lengua de señas
Prácticamente ningún niño oyente es privado de acceso a input lingüístico, y de hecho, se consideraría un crimen serio el impedirle acceso a una lengua. Sin embargo, los niños sordos son privados, regularmente y de manera legal, de acceso a la lengua que les es propia, la lengua de señas.